Equilibrio personal

Si aceptamos que la persona es el eje de toda actividad en el seno de una organización, nos situamos al instante en un paradigma distinto, donde el ADN de la empresa debe contener en sus genes un modelo distinto de “hacer” y de “hacer que las cosas sucedan”.

Ello implica “permitirse a uno mismo” y “permitir a los demás”, conlleva contribuir en el autoconocimiento de las personas, de facilitar momentos de introspección y equilibrio interno tanto para ser mejores personas y profesionales, como el tener mayores y mejores defensas que nos permitan afrontar los retos propios de nuestra actividad, así como crear en todo momento actitudes positivas que lleven a una involucración efectiva en todos los planes de acciones.

El equilibrio personal para una organización, incorpora los ingredientes ad hoc precisos acorde con el desarrollo de la misma.

Los proyectos de equilibrio personal, como toda mejora y desarrollo de una organización conlleva necesariamente la mejora de los resultados, sincronizando “en ajuste fino” la eficiencia de la misma.