Es habitual que el retorno de la inversión que las empresas hacen en materia de formación, no se corresponda con los resultados obtenidos de las acciones formativas realizadas.
La prevención anticipada en materia de formación suele ser ineficaz si no está presente como una actividad laboral más promovida, diseñada y ejecutada por las propias personas y para ellas mismas.
La creación de comunidades de práctica, de repositorios de conocimiento y de catalizadores que sinteticen los mismos, contribuye eficazmente a la absorción e incorporación de conocimientos que las compañías deben poseer.