El coaching nace y tiene como propósito dar soporte a las personas, sanas, en su proceso de descubrimiento de su potencial, su desarrollo e impacto en su actividad, en el equilibrio interno personal y relacional, bajo los pilares fundamentales de profundizar en el aprendizaje, e impulsarse a la acción.

Aporta un enfoque diferencial en el desarrollo de los profesionales y del directivo en el ejercicio del liderazgo, produciendo una transformación del mundo empresarial mejorando el logro y la consecución de sus metas, a través de la toma de conciencia, conexión consigo mismo y con su entorno.

El coaching persigue que el profesional, el directivo confíe en él mismo y en todo su potencial innato, que tome conciencia que la realidad que cree ver es la interpretación conforme a sus modelos mentales en los que subyacen un sinfín de limitadores, de “saboteadores” que le dicen continuamente lo que está bien y lo que no

José Luis Sampedro escribió “Sé siempre fiel al niño que has sido” como indica la ciencia y conocimientos actuales sobre el comportamiento de nuestro cerebro, en esa época se forja nuestra valentía o nuestros miedos.

El proceso en que nos encontramos en un momento dado de nuestra vida como un tubo vertical, donde a veces estamos tubo abajo y otras tubo arriba, el coching nos acompaña en que reconozcamos y ubiquemos ese proceso, ese vértigo, creando una oportunidad del mismo, al ser capaces de revisar, identificar y hablar con nuestros “saboteadores” viendo que hay muchas otras “perspectivas” para uno mismo y ver lo diferente y sobre todo, ejercer nuestra capacidad de “tomar una elección”.

Desarrollamos así, habilidades conversacionales con los demás y con nosotros mismos, como base del liderazgo y un mejor rendimiento.

A través de un programa de coaching puede realizarse:

• Proyecto de acompañamiento, para promover que el directivo y/o mando trabaje consigo mismo, para obtener cambios competenciales y personales profundos y duraderos.

• Rentabilizar los costes de formación. En un escenario de sobre-formación, los procesos formativos tradicionales tienen un escaso retorno a excepción de la formación específica técnica de aplicación inmediata.

• Auto reconocimiento. El coaching permite indagar y contestarse uno mismo, recuperar el atrevimiento y soltura de niño, sin los estereotipos y barreras de adulto.

• Mejorar nuestra eficiencia como profesional, al conocer nuestros límites. Permite un avance personal moldeado a los umbrales de cada uno.